La inmensa mayoría de los migrantes están aquí simplemente para huir de la pobreza y la opresión, para encontrar seguridad para ellos y sus familias, para trabajar y sobrevivir. Esos mismos migrantes sufren ahora la desintegración de sus familias, la anulación de sus casos legítimos de asilo, la falta de vías para obtener la ciudadanía, el miedo constante a la deportación y un mayor riesgo de convertirse en víctimas de la trata de seres humanos. ‘El Sueño Americano’ se ha convertido ahora en una cruel pesadilla. Como católicos, estamos llamados a solidarizarnos con el Papa Francisco y nuestros obispos en el reto de acompañar a estos hermanas y hermanos nuestros en su viaje en busca de seguridad y supervivencia. San Pablo de la Cruz, fundador de los Pasionistas, nos aseguró que «el amor es ingenioso». A pesar de las complejidades y desafíos de este momento, debemos responder con un amor creativo que encuentre la manera de acoger a las víctimas de esta crisis global. Nosotros, como líderes en la Congregación Pasionista, en representación de nuestros diversos equipos de gobierno y decenas de miles de personas de buena voluntad, hacemos un llamado a todos los miembros de la familia pasionista, la cual incluye miembros profesos, feligreses parroquiales y ejercitantes, miembros de las mesas directivas, bienhechores, estudiantes y padres de colegios, profesores y administradores, miembros del equipo y del personal, y voluntarios - para que se unan a nosotros y a nuestros hermanas y hermanos, y alcemos colectivamente nuestras voces a nuestros líderes electos. Hay varias maneras de responder:
Si quieres, puedes utilizar la carta de muestra. Que la memoria de la Pasión de Cristo nos impulse a solidarizarnos con los crucificados de hoy. Atentamente en la Pasión de Cristo,
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These same migrants now are experiencing families torn apart, cancellations of legitimate asylum cases, no pathways to citizenship, constant fear of deportation, and at greater risk of becoming victims of human trafficking. The ‘American Dream’ has now become a cruel nightmare. As Catholics, we are called to be in solidarity with Pope Francis and our bishops in their challenge to accompany these brothers and sisters on their journey seeking security and survival. St. Paul of the Cross, founder of the Passionists, assured us that ‘love is ingenious’. Despite the complexities and challenges of this moment, we must respond with a creative love that finds a way to welcome the victims of global crisis. We, as leaders of the Passionist Congregation, representing our various leadership teams and tens of thousands of people of goodwill, call upon all members of the Passionist family, including vowed members, parishioners and retreatants, board members, benefactors, school students and parents, teachers and administrators, team and staff members, and volunteers, to stand with us and our brothers and sisters, and collectively raise our voices to our elected leaders.
May the memory of Christ’s Passion compel us to stand in solidarity with the crucified of today. Sincerely in the Passion of Christ,
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